Por: Marco Vinicio Dávila Juárez
A quince días de haber tomado posesión como presidente constitucional López Obrador anunció que, derivado de una reunión con el brasileño Fausto Costa, presidente ejecutivo y presidente de consejo de administración de Nestlé México, se estableció el compromiso de invertir en Veracruz 154 millones de dólares para la construcción de una planta, con capacidad para procesar 20 mil toneladas de café; lo que significaría la creación de miles de fuentes de empleo y una muestra de la confianza que tiene esa compañía en su gobierno, afirmaba el presidente, según destacó la prensa.
Meses antes Nestlé había anunciado que apoyaría la propuesta del presidente Obrador, de su programa Jóvenes construyendo el Futuro; y es que Nestlé tiene desde hace más de 5 años un programa llamado Iniciativa por los jóvenes, que va desde la capacitación para el trabajo hasta la promoción del emprendedurismo agroindustrial, lo vino a empatar muy bien con el programa anunciado como uno de los programas insignia del gobierno de la 4T para el combate a la delincuencia y al crimen organizado.
Promotor de dicha inversión fue el entonces jefe de asesores de la Presidencia, Alfonso Romo, que no es un personero del monopolio incrustado en el gobierno, como si lo es su alfil Víctor Villalobos Secretario de Desarrollo Rural o su pupila Tatiana Clouthier, Secretaria de Economía, sino, como se verá más adelante, un socio primordial.
Una numeralia rápida nos muestra por qué Nestlé es un monopolio de alimentos y bebidas, incluidos alimentos para mascotas: maneja más de 2 mil marcas en 191 países. En 2018, en México tenía 17 plantas, 80 marcas y 1,600 productos
De esta manera se concreta el respaldo del monopolio Nestlé al gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador y este apoyo imprime el sello de su gobierno, un gobierno al servicio de los monopolios.
Ahora, en un periodo que va de la última semana de julio segunda semana de agosto del presente año, el monopolio Nestlé muestra el alcance de sus tentáculos.
El 27 de julio pasado, en un acto conjunto, el presidente López Obrador y el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández Alvarado, firmaron una carta de intención de cooperación bilateral para la implementación del Programa de Desarrollo Integral de Centroamérica, enfocado a atender las causas de la migración en ese país con los programas de asistencia social Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro. En un dislate, de esos que son comunes en López Obrador, afirma que: “vamos a apoyar para mejorar la producción de café en todo lo que se requiera, desde desarrollo genético hasta comercialización y revisar el asunto de los aranceles, que no tengan ustedes ningún problema para poder vender el café…”.
Puesto así el tema, no dice nada más, y parecería una muestra de la buena vecindad de dos países cuyos pueblos son hermanos y… sus gobiernos sirven a los intereses del mismo monopolio.
El 23 de mayo de 2019, el presidente de Honduras anunciaba en su cuenta de Facebook, que Nestlé invertiría más de 300 millones de lempiras, en Honduras, en un nuevo centro de distribución. “¡Quiero compartir esta excelente noticia para los hondureños! Hace unos minutos, Nestlé, una de las mayores empresas de mayor reconocimiento mundial, me acaban de informar en una reunión que sostuvimos en Ginebra, Suiza, que invertirá más de 300 millones de lempiras en un nuevo centro de distribución en San Pedro Sula. Eso es más inversión, generación de empleo y nos acerca a nuestro objetivo de que Honduras sea el centro logístico de las Américas.”
Y comenzaron a aplicar su programa Iniciativa por los jóvenes, de capacitación para jóvenes, sobre todo para su programa de emprendedurismo agroindustrial, con los que Nestlé pretende contrarrestar en un breve plazo la presión que ejercen los pequeños y medianos productores que son afectados por este monopolio, apoyado por el gobierno de EEUU, junto con el Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica (OIJ), que preside el veracruzano Max Trejo, conocido no sólo por su filosofía “emprendedora”, sino también como un mal patrón, por no cumplir con sus deberes legales con sus trabajadores, violando sus derechos laborales.
Creímos necesario hacer un breve recuento de hechos pues es a este monopolio y sus aliados en Honduras al que ahora apoya el gobierno de México.
Pero, ¿A qué se refiere el presidente Obrador cuando habla de apoyo para mejorar la producción de café en Honduras? ¿Por qué es Alfonso Romo uno de los más interesados en las inversiones del monopolio Nestlé en México y en Centroamérica? La conexión y la respuesta la podemos encontrar en el programa Plan Nescafé, que es la introducción de plantas de café de la variedad Robusta, mejorada genéticamente por la empresa Agromod, propiedad de Alfonso Romo, que el gobierno mexicano, desde el sexenio de Enrique Peña Nieto ha negociado con Romo, y con la que Andrés Manuel se comprometió continuar los negocios en aquella polémica visita a sus instalaciones en Chiapas, en agosto del 2018.
Las plantaciones de esa variedad de café, Robusta, la única que maneja el monopolio Nestlé son altamente perjudiciales para los pequeños y medianos productores, que en México han denunciado el peligroso impacto ambiental que ocasiona y las graves repercusiones económicas que tiene para más de medio millón de familias que en México viven del cultivo de café. Las organizaciones cafetaleras del país han intentado convencer a las autoridades responsables, la Secretaría de Desarrollo Rural y la Secretaría de Economía, para llevar a cabo un plan de seis puntos para detener las afectaciones a los productores de café convencional, sin que a la fecha haya un compromiso de solución a la problemática.
Y para dimensionar los alcances del monopolio Nestlé y evidenciar la falsedad del discurso presidencial pronunciado en Minatitlán, Veracruz, el 27 de julio, cuando se anunciaban los apoyos al gobierno de Honduras, para evitar que la juventud caiga en las garras de la delincuencia y el crimen organizado, hace unos días el 13 de agosto pasado, la Federación Sindical Mundial, denunciaba a través de un comunicado al monopolio Nestlé en Colombia, donde justo antes de iniciar la revisión de su contrato colectivo, el monopolio ha circulado entre los cárteles y grupos paramilitares un pasquín “declarando objetivo militar” a los compañeros FRANCISCO VASQUEZ, ANDRES RUBIO, JUAN CAMILO JARAMILLO, LUIS HEBERTH PEÑALOZA, dirigentes sindicales de mucha trayectoria, en la región del Valle y miembros destacados del SINTRAIMAGRA BUGALAGRANDE, organización afiliada a la FSM, esto con toda la pasividad cómplice del gobierno de Iván Duque en Colombia.
En suma, hay una política gubernamental de alcances internacionales, que afecta lo mismo a los obreros y sindicalistas, que a los productores de café, favoreciendo de manera privilegiada al monopolio Nestlé, lo mismo en Colombia, en Honduras y en México.