CRONICAS, RELATOS Y LEYENDAS DE ATOYAC, VER. 17 de febrero de 2023. *ESTAMPAS DE MI PUEBLO QUE NO SE VOLVERAN A VER.*
Es el año 2004, la alta gerencia del Ingenio El Potrero administrado por el Fideicomiso de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA) ha tomado una determinación, dar por terminado el contrato que se tenía con Ferrocarriles de México para trasladar góndolas cargadas de caña de azúcar desde los cargaderos de Purga, Camarón, Paso del Macho, y el 44, y de otros ingenios como Atencingo en Puebla. Aquella historia iniciada el 8 de enero de 1908 y que dejó una fotografía histórica de la máquina número 1 saliendo del campo 8 con su cargamento de pequeñas góndolas con su preciada carga de dulces varas que al llegar al ingenio y en un largo proceso, se convertiría en pequeños cubos de azúcar blanca. En un principio, la carga de caña en góndolas tirada por potentes máquinas de vapor era de manera local, el Ingenio había instalado pequeñas gruas en varios cargaderos para transportarlos hasta el ingenio, la descarga era a través de grúas radiales que llevaban la caña de la góndola al conductor. Tras la ampliación de 1964-65 y con el permiso autorizado por el gobierno federal, Ingenio El Potrero amplió su zona de abastecimiento hasta el municipio de Manlio Fabio Altamirano (Purga) por lo que fue necesario implementar un sistema de acarreo de caña hasta desde aquellos lejanos lugares al ingenio, se adquirieron Grúas de oruga , se construyeron basculas para pesar los carros cargados de caña. Cabe mencionar que el decreto de ampliación de la zona de abastecimiento autorizo un traslape con la zona de abastecimiento del ingenio Central Progreso y termino con la vida de un pequeño ingenio Azucarero instalado en Camarón, El Ingenio El Cristo. La ampliación del Ingenio tambien trajo un sistema novedoso para descargar las góndolas cañeras, dos volteadores que al ir girando la cremallera tres contrapesos presionaban la góndola impidiendo se fuera al vacío, una vez vacía la góndola y "desamarrada" era llevada hasta un sistema móvil conocido como mesa de traslación o "mula" la cual jalaba la góndola y en un movimiento propio de traslación colocaba la góndola en otra vía dónde se hacía la fila de góndolas vacías, estás góndolas vacías eran jaladas por las máquinas de vapor en un inicio y por las diesel eléctricas posteriormente. Las gondolas cargadas llegaban en ferrocarril desde Purga, Paso del Macho, el 44 o algunas veces desde Tierra Blanca o San Cristóbal o Atencingo en Puebla, eran dejadas en el Transbordo ahí se colocaban en una red de vías que exprofeso se habían construido para ese fin, de ahí eran llevadas hasta el ingenio lo más cerca de los volteadores tanto del Tándem A o del Tándem B, a partir de ahí eran movidas por en personal del departamento por la acción de un Winche con cable de acero de 3/4 de pulgada el cual era extendido jalandolo entre todos los peones hasta la góndola más lejana, ahí empezaba el trabajo, primero sacar el aire del freno de todas las góndolas, luego el winchero, que quitaba el freno y accionaba una palanca que unía el embrague entre el motor y el torno dónde se iba enrrollando el cable que con esta acción jalaba el tándem de góndolas, de ahí un peón tenía que centrar la góndola en el volteador, otro tenía la función de hacer el corte o abrir las muelas que unía una góndola con otra y un tercero amarraba el freno para impedir se moviera la góndola, de ahí los amarradores que tenían que poner la placa y amarrar la muela de la góndola con una cadena, una vez terminado el proceso, empezaba el vaciado de la caña, un ritual que se hacía góndola por góndola, hasta 8 góndolas por hora, en una jornada del tercer turno. Hoy solo el recuerdo queda de aquella vieja historia de quienes tuvimos la oportunidad de vivirlo, trabajar en el conductor y recordamos con nostalgia, no faltaba la góndola que por un mal amarre, falla técnica o ruptura de la cadena de amarre se iba al conductor, y que era necesario llamar a los maniobristas para sacarla. Porque las góndolas cañeras fueron parte del progreso del Ingenio El Potrero deben de ser recordadas por las nuevas generaciones. Recopilador: Nazario Guadalupe Cebada Morales.