Armando G. Tejeda, corresponsal / La Jornada
Madrid. La tragedia en la frontera entre Melilla y Marruecos fue aún peor de lo que reportaron antier los medios, pues la cifra de migrantes subsaharianos fallecidos se elevó a 37, según organizaciones no gubernamentales, mientras las autoridades marroquíes elevaron de 18 a 23 el número de decesos. Alrededor de 35 personas más permanecen ingresadas en el hospital de Nador con pronóstico “grave”, al día siguiente de que cientos de migrantes, la mayoría procedentes de Sudán, intentaron ingresar a territorio español con un salto masivo a la valla fronteriza.
Ayer circularon imágenes de un joven de unos 20 años quien permaneció colgado de lo más alto de la valla fronteriza, a pesar de los alambres de púas y del sistema de electrificación. Abajo, del lado marroquí, dos agentes intentaban que se bajara lanzándole piedras. El migrante las esquivaba como podía. Finalmente, bajó de la valla y los policías marroquíes lo llevaron a empujones adonde se encontraban en el suelo y hacinados unos 500 migrantes más.
Las ONG pudieron informarse en hospitales, comisarías y con los propios migrantes, y reportaron que la mayoría de los fallecidos murieron al caer de la valla fronteriza o por asfixia dentro de la estampida. También se denunció maltrato policial y que durante las primeras horas de la crisis, los migrantes heridos graves no recibieron atención médica.
La ONG Caminando Fronteras informó que ya eran 37 los muertos y 35 los hospitalizados graves. Su vocera, Helena Maleno, advirtió que lo más probable “es que el número de muertos aumente en las próximas horas”. La Asociación de Derechos Humanos de Marruecos cifró los decesos en 28. Mientras el gobierno marroquí negaba tajantemente que entre los fallecidos estuvieran dos policías.
La delegación del gobierno español en Melilla informó que fueron 133 los migrantes subsaharianos que saltaron la valla. Todos ellos permanecen detenidos en un centro de internamiento. Además, se informó que, al menos del lado español, se registraron 106 heridos leves, 57 eran migrantes y 49 agentes de la Guardia Civil.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, elogió la actuación policial y dijo que “las mafias son las responsables del asalto violento contra la integridad territorial, así que si hay un responsable de todo lo que ha sucedido en esa frontera, son las mafias que trafican con seres humanos”.
El viernes, Sánchez aseguró desde Bruselas que el asalto “se ha resuelto bien”, en referencia a la respuesta policiaca.