Felipe Calderón se rasga las vestiduras ante la violencia que ocurre 'ante los ojos de Dios'.
De verdad que hay que ser cínico e hijo de puta para atreverse a opinar de la guerra que él desató en el país para satisfacer sus complejos y sociopatías.
Ante este celo divino del Iscariote-Borolas van unas #decimasdelimon
¡Oh Dios!
Ante los ojos de Dios
se robó la presidencia,
y nos dejó como herencia
la violencia más atroz;
puso a su perro feroz
a cuidarle el territorio
que se llenó de velorios
rosarios y funerales…
con daños colaterales
de su perverso jolgorio.
Ante el Dios de Calderón
se incendió una guarderia
trampa mortal que exhibía
la más burda corrupción.
¿Y ese dios le da el perdón
al nefasto expresidente
por tapar a los parientes
de su persignada esposa
que condenaron a fosas
a tanto ser inocente?
¿Dios miró para otro lado
cuando el caso de Ernestina?
o con la fiebre asesina
de la violencia de Estado?
¿O es que el ser acomplejado
que gobernaba bebido
tiene el corazón podrido
para matar estudiantes,
tratarlos de traficantes
y mandarlos al olvido?
¿A qué dios obedecía
cuando con cero piedad
despreciaba la orfandad
de inocentes que sufrían?
Las familias padecían
de violencia y escasez
por la terca estupidez
del incompetente facho
que es mentiroso, borracho,
y persignado a la vez.
Ante los ojos del mundo
padecimos la violencia
que marcó la presidencia
del Borolas iracundo;
su mandato fue fecundo
para el Chapo y otros dos,
García Luna era la voz
que administraba las cuentas
en esa guerra sangrienta
que también miraba Dios.