Pablo Reyes
Un país que tanto ha dado, que tanto ha sufrido, que tan rico es en su territorio, por su gente, merece algo distinto, algo mejor. Abrazo para este país hermano y que haya un mejor horizonte.
Toda nuestra América, América Latina, América profunda, ha sido territorio de explotación a lo largo de su historia. Colombia es un ejemplo doloroso. Es un país donde los magnicidios no son casos extraordinarios. Jorge Eliécer Gaitán el candidato más popular de mediados de siglo XX, fue asesinado, dando inicio a una oleada de violencia y miles de muertos. A mediados de los 80s, varios candidatos a la presidencia fueron ultimados por la derecha, vía la mano del narco o los paramilitares.
Durante los noventas, el poder económico, bajo la fuerza de grupos paramilitares impulsaron e instalaron a los representantes populares a modo. Caso emblemático es el de el presidente Álvaro Uribe Vélez, que bajo el lema de la seguridad democrática consolidó un modelo de violencia de estado para reprimir y controlar al pueblo colombiano. Cabe mencionar que la historia de este actor político tiene una génesis a principios de los 80s, con el cártel de Medellín (Recomiendo los documentales de Matarifeː Un genocida innombrable, de Daniel Mendoza Leal).
Parecía que no había nada, es decir, que el poder estatal había logrado contener, acallar, reprimir al pueblo colombiano. (Cabe señalar que un 1.5% de la población tiene más del 50% de la tenencia de la tierra). Pero en los últimos años ha habido movilizaciones populares que ha copado las calles. Una fue por una iniciativa del gobierno de gravar, poner impuestos a productos básicos, todo ello en plena pandemia. Otro por el abuso de la fuerzas de seguridad pública.
Es en este escenario donde se están llevando a cabo las elecciones de la presidencia. Por un lado Gustavo Petro, ex militante del M-19, guerrilla de los 70-80s, y el delfín de la derecha Rodolfo Hernández, del grupo uribista que busca conservar el status quo.
En Colombia, como en otros países, para que un candidato logre ser presidente, debe contar con más del 50% de los votos. Es por eso que existe una segunda vuelta. En los primeros comicios participan varios candidatos, los dos candidatos que logre el primer y segundo lugar, participan en una segunda vuelta, donde forzosamente emanará un ganador. El próximo 19 de junio se llevará a cabo esta segunda vuelta.
Es de particular relevancia que en estos comicios hubo una participación histórica, 54%, 21.418.449 de los 39.002.239 que conforma el padrón electoral.
https://lanigua.com.mx/colombia-un-umbral-para-la-esperanza-opinion-particular/?feed_id=2132