Mark Elliott Jones, de 49 años y residente de McKinney, Texas, enfrentó dos cargos de agresión sexual a menores, un jurado lo declaró culpable por uno de estos y por él aceptó haber cometido el otro delito. Este lunes un juez le impuso la condena más dura posible. Al cumplir su castigo, cuando tenga alrededor de 80 años, este hombre quedará registrado como un delincuente sexual por el resto de su vida.
“Uno de los padres de los niños encontró una carta que su hijo le había escrito a Dios en la que revelaba el abuso. El padre del niño reportó la información a la policía, cuya investigación condujo al descubrimiento del segundo niño abusado”, describe un comunicado de la Fiscalía del condado Collin.
El menor que escribió la carta fue entrevistado en el Centro de Defensa de los Niños del condado Collin. Primero él y luego su hermano revelaron lo que habían sufrido.