jueves, 27 de agosto de 2015

CLAROSCUROS

CLAROSCUROS

* Veracruz: la urgencia de volver al orden financiero y elevar el nivel del ejercicio político

* Juan Antonio Nemi Dib: no es de extrañar un discurso antipoético, viniendo del poder

José Luis Ortega Vidal

El tema de la deuda pública de Veracruz llegó al punto donde Fidel Herrera Beltrán no habría querido que llegara.

¿Qué tiene que ver Fidel Herrera Beltrán con este tema, si dejó de ser gobernador hacer casi 5 años?
Bueno, todos sabemos que el nativo de Nopaltepec es quien realmente ha mandado y aun pretende mandar en muchos de los temas clave del gobierno veracruzano y en el político por sobre todas las cosas.

El afán de Herrera Beltrán por extender “el pinche poder” más allá de su sexenio y la ambición fidelista por hacer “historia” metiendo la mano para que un tercer miembro de su grupo –Erick Lagos Hernández- prolongue el control estatal por un nuevo mandato, ha resultado una alucinación de costo sin precedente.

La creación de un bienio no fue sino una jugada política a modo para que Erick Lagos tuviera oxígeno y pueda aspirar a la sucesión de Javier Duarte.

El daño político institucional generado por los afanes fidelistas ha sido muy alto.

La existencia de un Congreso a modo y un gobernador que simplemente opera las ideas de quien lo llevó al poder se vincula con el rubro de la deuda multimillonaria que tardará varios sexenios en pagarse y que se arrastra, de hecho, desde el sexenio de llamado Tío Fide.

¿Por qué?

Muy simple: una administración eficaz es aquella que separa los temas financieros de los intereses electorales y más aun de las ambiciones personales.

Y en Veracruz, durante los últimos diez años no ha existido tal separación.

La guerra intestina de los grupos priistas ha debilitado aún más a Javier Duarte de Ochoa, quien tiene en la deuda el principal problema para la conclusión de su administración y aún para su propio futuro político.

¿A dónde irá Javier Duarte una vez que concluya su sexenio?

¿Qué futuro político le depara al gobernador que acudió el pasado 13 de agosto al rancho San Julián, en Perote, a dialogar con un Senador que lo cuestiona con severidad y abiertamente un día sí y otro también?

En este momento, mientras José Yunes Zorrilla incrementa su capital político porque la credibilidad está de su lado respecto al reconocimiento y análisis de la deuda, los pasivos, la crisis financiera de Veracruz y las medidas necesarias para empezar a solucionarla.

En tanto, del lado del gobierno de Duarte de Ochoa hay un discurso dudoso que reclama legalidad pero pierde legitimidad.

Me explico: sí, desde el punto de vista legal es al ejecutivo estatal a quien corresponde reestructurar la deuda –propuesta de José Yunes Zorrilla- pero el tema pasa por el instancias federales y allá los contactos, el peso, la credibilidad política, las tiene mayormente el peroteño y dueño del rancho San Julián.

Duarte firmaría el oficio para la reestructuración, de acuerdo.

Pero el tema implicaría la petición de un nuevo préstamo multimillonario, lo que pasa –de acuerdo a la nueva Ley- por la autorización de la Secretaría de Hacienda, de la Presidencia de la República y del Congreso de la Unión.

Ante dicha realidad, entendamos que en este momento Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto escuchan y atienden más a Pepe Yunes que a Javier Duarte.

¿Por qué?

Porque Javier Duarte ya se va; porque Pepe Yunes es Presidente de la Comisión de Hacienda en el Senado; porque la gravedad financiera veracruzana se vincula con la sucesión gubernamental del 2016 y porque el PRI de Manlio Fabio Beltrones no querrá perder la plaza; porque Fidel Herrera Beltrán no es un santo de la devoción de quien manda en Los Pinos.

Esto no es –como señala el gobernador- un argumento que surja de sus enemigos políticos; ni de los deseos de perjudicarlo.

No es mi caso, como no lo es de muchos periodistas, académicos y ciudadanos con sentido común e informados, que hablan del tema en estos términos.

Se trata, simplemente de datos duros, de lógica, de eventos que se van dando a conocer paso a paso y donde quedan claras las circunstancias políticas que definen decisiones financieras y viceversa.

Pensar en Erick Lagos Hernández para sucesor de Javier Duarte y en un tercer mandato gubernamental con la mano de Fidel Herrera detrás es –en este momento- un chiste cruel, un ejemplo de humor negro, una vacilada.

El daño, sin embargo, está hecho y a todos: empresarios, clase trabajadora, sociedad civil en general, clase política en su totalidad, instituciones, nos conviene retornar al orden que se rompió y que nos tiene con una deuda terrible, lamentable, cuestionable, que debe aclararse a fondo y llevar a los responsables ante la Ley.
Basta de demagogia, de retórica barata, de pseudo mensajes políticos, de ejercicio político ranchero y tamalero.

Urge el orden financiero público.

Urge elevar el nivel del debate político en Veracruz.

Urge devolverle a esta entidad, la nuestra, la de todos, la categoría de estado histórico y el nivel de vida, de seguridad, de desarrollo, que hemos perdido y seguimos perdiendo.

Ayer trascendió que las 15 denuncias de la Auditoría Superior de la Federación ante la PGR por presuntas irregularidades en las finanzas públicas de Veracruz no están sobreseídas.

“El gobierno de Veracruz debe responder a 15 denuncias penales interpuestas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por engañar a la autoridad intentando ocultar faltantes de recursos públicos”.

Se lee así en una nota del portal Animal Político que titula: “Veracruz debe responder 15 denuncias por la evasión de 4,600 mdp”. *

 

He ahí una versión más sobre la realidad político-financiera del Veracruz actual, que no se puede ocultar bajo ningún discurso, declaración boletín o falsa acusación.
VARÍA
«Cuando se dice han muerto 10 ó 15 periodistas en Veracruz, la cifra parece escandalosa, pero si tú dices en Veracruz hay ocho mil personas que de manera regular se dedican al periodismo como profesión, divides el número de personas fallecidas entre el número de medios de comunicación, entonces la proporción baja dramáticamente contra un lugar donde por ejemplo ha muerto un periodista pero hay 300 comunicadores»
Estas palabras, expresadas públicamente por Juan Antonio Nemi Dib -una persona que ha trabajado durante décadas para el servicio público veracruzano- resultan sumamente dolorosas para quienes ejercemos el periodismo y creemos que la democracia sin libertad de expresión no es posible y el desarrollo de una sociedad sin democracia es impensable.

Lamentable, corroborar una vez más que para algunos hombres del poder los demás no somos esa otredad que Octavio Paz describe en Piedra de Sol, su mítico poema:

"Para ser yo he de ser otro
salir de mí, buscarme entre los otros
los otros que no son si yo no existo
los otros que me dan plena existencia".

Es una pena que para Juan Antonio Nemi Dib los otros  –y los periodistas muertos recientemente en Veracruz, en particular- somos una fría e intrascendente estadística.

Finalmente, no es de extrañar un discurso antipoético, viniendo del poder.

* http://www.animalpolitico.com/2015/08/gobierno-de-veracruz-debe-responder-por-la-presunta-evasion-de-al-menos-4600-millones-de-pesos/

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